Alimentos que debes comer para tener una vida saludable


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La mala alimentación es el resultado de la desinformación generalizada de la sociedad en términos nutricionales, de beneficios o detrimentos de los alimentos y de los distintos usos que estos tienen, también es la causante de que el sobrepeso, las grasas y las calorías sean una lucha del día a día, convirtiéndose en un dolor de cabeza constante en las personas.Es importante que conozcas la mejor forma de alimentar tu cuerpo, debes tener en cuenta los nutrientes que contenga cada alimento y así buscar tener una dieta saludable y evitar la obesidad que, según expertos, puede quitarte en promedio cinco años de vida.Conoce algunos secretos del mundo de la comida que es necesario saber Dentro de los productos que conocemos se encuentran aquellos que ayudan a la segregación de la serotonina, más conocida como la “Hormona de la Felicidad” la serotonina ayuda a regular el estado de ánimo, el apetito, digestión, memoria, sueño, el deseo, función sexual, entre otros.Es por esto que aconseja consumir alimentos que contengan triptófano, un aminoácido precursor de dicha sustancia y que se encuentra en los:huevos,lácteos,cereales, semillas, frutos secos, legumbres y algunas carnes como el pollo y el pavo. Los frutos rojos pueden ayudar a luchar contra el envejecimiento gracias a sus efectos antioxidantes, sus beneficios a nivel cardiovascular y la reducción en los daños que recibe la piel. No solo se aconseja consumirlos en la dieta, sino también como mascarillas para aplicar en el rostro.El pescado, por otra parte, es un alimento relacionado con lo saludable por sus altos contenidos de grasas sanas como el Omega 3, sustancia con beneficios cardiovasculares y con mayor presencia en los pescados azules. En su preparación se debe considerar que el pescado crudo mantiene todos sus nutrientes, pero al cocinarlo es más fácil eliminar las bacterias presentes en el organismo del animal.Las frutas deben ser consumidas enteras ya que al cortarlas en pedazos, el contacto con el oxígeno y los elementos de cocina puede quitarle parte de sus nutrientes. Muchas de ellas cumplen con funciones que parecen casi desconocidas. El aguacate, por ejemplo, aparece como el reemplazo perfecto de la mantequilla, gracias a su estructura y componentes más naturales y saludables. La guayaba, contiene tres o cuatro veces más niveles de Vitamina C que la naranja u otros frutos cítricos. Las semillas tienen importantes aportes a la alimentación sana. Desde las semillas de sandía y calabaza hasta la chía y el ajonjolí están llenas de minerales y vitaminas beneficiosas para el cuerpo humano que ayudan a mejorar la presión arterial, el metabolismo y la disminución de peso. Todos estos secretos de la vida nutricional hacen efecto cuando los complementas con buenos hábitos como comer pausado, este es muy importante ya que la masticación lenta ayuda a la fácil digestión de los alimentos en el estómago y por ende, absorbe correctamente los nutrientes necesarios.
Por otro lado, la hidratación y el deporte habitualmente hacen parte de las necesidades nutricionales. Ambas permiten que el cuerpo mantenga un metabolismo correcto y que el cerebro no se confunda entre tener hambre o tener sed. Sigue estos consejos y dale un uso adecuado te lleva a tener tu salud estable en términos alimenticios, sin abandonar los gustos o placeres de la comida. Es importante la determinación, convencimiento y esfuerzo sumado a estos consejos para mantenerse en forma, cuidar su salud y disfrutar de la comida sanamente.

Rutina de ejercicios sencillos y saludables




A todos nos preocupa llevar una vida sana, pero nuestras ocupaciones y nuestra forma de vida sedentaria nos dejan sin tiempo para hacer ejercicio físico: sea que estemos estudiando, trabajando en oficina, nuestros hábitos han limitado por completo nuestra actividad física.
¿Por qué es tan importante hacer ejercicio? Mantiene nuestra salud. Nuestro cuerpo se mantiene en un perfecto equilibrio. No hacer ejercicio reduce las capacidades y las habilidades de nuestro cuerpo: respiratorias, de resistencia, reflejos… a la vez que facilita padecer algunas dolencias: contracturas musculares, dolor de espalda, dolor de cabeza, etc. El ejercicio físico pone en marcha nuestro cuerpo y lo mantiene en forma. Nos fortalece. Fortalece todos nuestros músculos, entre ellos, el corazón. Mantener una rutina equilibrada de ejercicios de fuerza y de resistencia es ideal para mantener nuestro cuerpo saludable, evitando que músculos y órganos se atrofien.Rendimos más durante el día. Está demostrado que hacer ejercicio físico airea nuestra mente y mejora nuestro rendimiento en todos los sentidos. El cansancio físico que provoca el ejercicio es muy saludable para nuestro cerebro, mejorando nuestra capacidad de concentración. Además, evitamos sufrir molestias en la espalda o dolores de cabeza, que podrían dificultar nuestro trabajo.Mejora nuestro estado de ánimo. Hacer ejercicio produce endorfinas, lo que es equivalente a sentirse feliz. Empieza tu rutina diaria (o termínala) con una rutina de ejercicio físico que mantenga tu cuerpo en forma; te sentirás feliz al final de la jornada y empezarás la siguiente con mucha más energía.Primera rutina:sentadillas. Segunda rutina: zancadas (con pesas)Tercera rutina: flexiones Este ejercicio es ideal para adelgazar, y uno de los mejores para desarrollar la musculatura de los omoplatos y la zona del pectoral. Además, fortalece los tríceps. Se trata de colocarnos en el suelo boca abajo y levantar nuestro cuerpo únicamente apoyando nuestras manos y los dedos de los pies. Volvemos al bajar al suelo (sin tocarlo con la barriga) y repetimos. No se debe inclinar el tronco. Como ves, estar en forma es tan fácil como mantener unas rutinas de ejercicios sencillos y saludables que puedes realizar en tu casa. Dedica 15 minutos al día al bienestar de tu cuerpo,vivirás sintiéndote más saludable y feliz.   
Pero, ¿cómo encajar una rutina de ejercicios en nuestra apretada agenda? Vamos a proponerte 3 sencillas rutinas de ejercicios en casa que te permitirán llevar una vida saludable sin perder más de 15 minutos al día. Antes de empezar, debemos calentar. Al ser rutinas breves, no habrá descansos entre los ejercicios; empieza corriendo unos minutos  o dando saltos. Respira hondo y haz pausas entre los ejercicios si lo consideras necesario. Un ejercicio de los más completos en cuanto a músculos involucrados. Fortalecen las piernas, los ligamentos y las nalgas. Al mismo tiempo la espalda, los hombros y los brazos se benefician, ya que están implicados de forma indirecta en este ejercicio. Haremos 2 series, de 25 sentadillas cada una. Recuerda respirar hondo y adoptar una buena posición. Tener una buena postura es importante para evitar provocarnos alguna lesión: cuando bajes, mantén la espalda recta y carga el peso en las piernas; no cargues el peso en la zona lumbar y tampoco te apoyes en una pared: carga el peso en piernas y glúteos mientras levantas los brazos a la altura del pecho. De esta forma la postura estará equilibrada, y el esfuerzo corporal también. Las zancadas (o lunges) son uno de los ejercicios más populares. Consiste en adelantar una pierna, agachamos mientras la flexionamos y apoyar la rodilla de la otra pierna en el suelo. Nos levantamos y repetimos adelantando la otra pierna. Esta rutina es ideal para trabajar las piernas y las articulaciones de las rodillas. Pon cuidado de no ir demasiado deprisa y hacerte daño en una rodilla; mantén el gesto recto y no des saltos. Haz este ejercicio alternando una pierna y la otra, creando un ángulo de 90 grados con la pierna flexionada. Se puede acompañar esta rutina con pesas; en tal caso sostendremos las pesas en alto sobre nuestra cabeza, con los brazos estirados: de esta forma el peso y la fuerza estarán equilibrados en nuestro cuerpo.

Dieta Saludable





La dieta equilibrada es aquella que nos aporta todos los nutrientes que necesitamos para el funcionamiento óptimo de nuestro organismo. Una nutrición equilibrada aporta la proporción adecuada de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas), micronutrientes (vitaminas, minerales y antioxidantes) y fibra, en función de nuestras características personales: edad, sexo, altura, actividad física, estilo de vida y otras condiciones como puede ser, por ejemplo, padecer una patología.Nuestra alimentación debe mantener un equilibrio y ser saludable. ¿Esto qué significa? Que ha de cubrir todos nuestros requerimientos nutricionales con alimentos saludables y no con alimentos que puedan comprometer o perjudicar nuestra salud. Según la OMS, realizar una dieta sana y balanceada durante nuestra vida nos ayuda a prevenir la malnutrición, enfermedades no transmisibles (diabetes, cardiopatías, accidentes cardiovasculares y cáncer) y diferentes afecciones. Una dieta equilibrada se caracteriza por tener 6 cualidades: Adaptada. La dieta debe ser totalmente personalizada a las particularidades de cada persona como he comentado anteriormente, a sus horarios, sus condiciones económicas, a su estado emocional, etc. Completa. Ha de aportar en las cantidades adecuadas todos los nutrientes y fibra que nuestro organismo necesita.Satisfactoria. No podemos olvidar que comer es un placer, es importante que los alimentos, las cantidades y las preparaciones sean apropiados i agradables para satisfacernos. Variada. Para que se aleje de la monotonía es muy aconsejable variar nuestra gama de alimentos y que sean frescos y de temporada. Suficiente en energía. Que nuestra dieta aporte la energía que necesitamos es importante tanto para el funcionamiento correcto de nuestro organismo como para prevenir el exceso de peso y todas las dolencias y patologías asociadas. Para adelgazar, la mejor opción es hacer una dieta equilibrada para perder peso, en la que se controle el aporte calórico y de nutrientes, para reducir el peso evitando déficits nutricionales y comprometer la salud. Segura. No debe poner nuestra salud en riesgo, debe prevenir las toxiinfecciones alimentarias y evitar la ingestión de componentes nocivos.

Cuidados generales

   
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El agua constituye dos tercios del peso de tu cuerpo y desarrolla un sinfín de funciones en tu organismo, que incluyen desde ser un solvente, un cargador de nutrientes, un regulador de la temperatura y un desintoxicante del cuerpo. Mantener la hidratación puede tener una profunda influencia en los niveles de vitalidad y energía, incluyendo la agudeza mental. Trata de tomar el agua suficiente como para que tu orina salga casi transparente durante todo el día. Otra táctica que puede ayudarte es siempre cargar una botella de agua en la mano. El sol, y la Vitamina D que este fija en el cuerpo, se asocia a un amplio espectro de beneficios para el cuerpo, incluyendo la reducción del riesgo de varios tipos de cáncer, enfermedades del corazón, esclerosis múltiple y osteoporosis, así como la mejora del sistema inmune. Eso sí, asegúrate de usar protector solar, pues mientras debes evitar quemarte, también necesitas la mayor exposición al sol para una buena salud.  
Los bajos niveles de sol en el invierno (o si vives en ciudades frías, como los capitalinos), pueden hacer que no estés muy bien de ánimo. Incluso si hace frío, trata de tener una exposición a la luz del día. Aprovecha para usar ropa que no podrías usar en una playa, como abrigos (uno rojo con vestido negro y tacones negros puede ser muy chic… muy Audrey Hepburn), bufandas de cachemir (son adorables), guantes de cuero, y algún sombrero de moda (pero asesórate con tu amiga más fashion).  Dormir no sólo mejora tu capacidad y energía metal y física, también reduce el riesgo de enfermedades crónicas y mejora la longevidad. Duerme 8 horas diarias. Además, lo que dormir hace para tu piel es increíble. La regenera. Una estrategia simple que asegura que duermas lo suficiente es ir a la cama más temprano. Estar metida entre las cobijas a las 10 de la noche es una increíble inversión en términos de tu salud, a corto y largo plazo. Aprovecha. No hay nada más placentero que llegar extenuada, lavarte la cara, meterte calentita entre tu pijama, y ¡a la cama!, 
Hacer el bien no sólo es bueno para los demás, el beneficio es el mismo para ti. Puede ser desde una llamada a alguien que quieres, y con quien habías perdido contacto, ceder tu puesto en el bus o en la sala de espera, comprar algo de comer para alguien que lo necesita, o darle un ramo de flores a tu mamá (o a tu mejor amiga). Trata de hacer un acto de bondad cada día (aunque, generalmente hablando, entre más, mejor). 
La vida moderna tiende a ser inmensamente aspiracional, y, como resultado, podremos vernos fácilmente persiguiendo una eterna lista de cosas que debemos ser y hacer, (y tener, puesto que muchas son materiales) para ser felices. Muchos de nosotros gastamos más tiempo enfocándonos en lo que no tenemos, en vez de lo que hacemos. Cambia esa actitud. Puedes mejorar tu ánimo desde dar gracias en la mañana por los amigos que tienes, por la familia, porque dormiste feliz en una cama suave, por que el sol entra exquisitamente por la ventana, porque vas a iniciar el día con tu desayuno favorito. Saca lo bueno de las pequeñas cosas y camina pequeños pasos hacia tu destino soñado. 

La actividad física

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La actividad física es todo el movimiento del cuerpo que hace trabajar a los músculos y requiere más energía que estar en reposo. Caminar, correr, bailar, nadar, practicar yoga y trabajar en el jardín son algunos ejemplos de actividad física.
Según las recomendaciones sobre la actividad física, por lo general el término  actividad física se refiere a los movimientos que benefician a la salud.
El ejercicio es un tipo de actividad física que es planificado y estructurado. Levantar pesas, tomar una clase de aeróbicos y practicar un deporte de equipo son ejemplos de ejercicio.
La actividad física produce efectos positivos en muchas partes del cuerpo. Este artículo se concentra en los beneficios que la actividad física representa para el corazón y los pulmones. También contiene consejos para iniciar y mantener un programa de actividad física. La actividad física forma parte de un estilo de vida saludable para el corazón. Un estilo de vida saludable para el corazón también incluye consumir una alimentación saludable para el corazón , mantener un peso saludable , controlar el estrés y dejar de fumar .La actividad física es cualquier movimiento musculo esquelético del cuerpo que produce gasto energético. Si se realiza de manera planificada, estructurada y repetida se denomina ejercicio físico y si es en un entorno reglamentado y competitivo deporte.
La actividad física es necesaria para conseguir la condición física que nos permite vivir con el mayor grado de autonomía personal posible para afrontar la vida diaria y para ejercer un mayor control sobre nuestra propia salud. La forma física es:La capacidad para transportar el oxígeno de forma eficiente, resistencia cardiorrespiratoria.La capacidad de mantener contracciones musculares repetidas con la mayor frecuencia posible, resistencia muscular.La capacidad para vencer una resistencia, fuerza.La capacidad para movilizar las articulaciones, flexibilidad.La capacidad de realizar un movimiento con la máxima rapidez, velocidad.
La actividad física practicada con regularidad tiene múltiples beneficios para la salud:Mantiene controlado el peso corporal, los niveles de colesterol, tensión arterial y glucosa.Aporta equilibrio, movilidad, flexibilidad y fuerza muscular.Mejora la ansiedad y depresión.Fortalece los huesos y mejora el estado de las articulaciones.Facilita las relaciones personales y sociales
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda practicar al menos 30 minutos diarios de actividad física moderada en personas adultas y 60 minutos en la infancia y adolescencia, así como reducir los periodos de actividad sedentaria:
En niños y jóvenes Prolongar el tiempo de actividad de 30 a 60 minutos, y dos veces a la semana realizar ejercicios de mayor intensidad (correr, juegos deportivos, deporte, etc.) Los niños y niñas deben jugar todos o casi todos los días al aire libre, con juegos que requieran movimiento (soga, pelota, correr, etc.) y participar en las actividades extra-escolares de ocio deportivo.Reducir el tiempo empleado en ver la televisión, manejar el ordenador, jugar a videoconsolas y otras actividades que no requieran movimiento.
En personas adultas.Pasear a paso ligero o realizar otra actividad moderada, al menos 30 minutos, todos o casi todos los días de la semana.Realizar 60 minutos dos o tres días a la semana actividad física más intensa (deporte, entrenamiento, ejercicio físico planificado).Evitar estar en posición sentada durante tiempo prolongado en el trabajo, procurando hacer descansos regulares con sesiones cortas de estiramientos o dando un breve paseo. En personas mayores. Pasear a paso ligero o realizar otro ejercicio físico moderado al menos 30 minutos todos o casi todos los días de la semana. Realizar dos o tres días a la semana ejercicios de resistencia, fuerza, flexibilidad y equilibrio y coordinación adaptados a las condiciones personales.¿Cómo incorporar la actividad física en nuestra vida cotidiana?Subir y bajar las escaleras, evitando en la medida de lo posible el ascensor. Acudir caminando a comprar, al trabajo o al colegio.Desplazarse en bicicleta. Implicar a niños y niñas en actividades extra-escolares y en juegos deportivos. Estimularles desde pequeños a que jueguen en compañía, con movimiento y al aire libre. Bailar, patinar, correr, compartir las tareas del hogar, participar en actividades de ocio y deportivas que organizan las instituciones (excursiones, paseos, gimnasia, eventos),…Utilizar el mobiliario de parques y jardines para el ejercicio.

pasos para una vida sana

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Ni dietas basadas en arándanos o agua mineral traída directamente del Himalaya, ni rutinas de ejercicios al estilo militar son necesarias para llevar un estilo de vida sano.  Los expertos explican en unos  sencillos pasos cómo lograr desde ya una vida sana.
Conózcase a sí mismo: Antes de tomar decisiones en cuanto a cambios de rutina, haga una visita al médico y al odontólogo. Póngase al día con el esquema de vacunación y chequeos preventivos de rutina. “Tenga presente cuáles son sus medidas: Para saber si tiene sobrepeso, la ecuación es medir la altura, el peso y la barriga”, asegura la dietista Luisa Burgos. Conocerse ayuda además a identificar mucho más fácil cuando algo no funciona bien. Aliméntese de muchos colores: “No se trata de vetar ciertos alimentos o solo consumir algunos porque no va a funcionar. Es simplemente escoger mejor qué comer de acuerdo a los gustos personales”, dice Burgos. Lo importante es que sea variado y colorido pues entre más colores se garantiza la ingesta de mayores nutrientes. Entre los cambios sencillos que se pueden hacer está llevar consigo bocadillos saludables para que los tenga a la mano cuando sienta hambre. En cuanto a la alacena, se recomienda dejar un poco las harinas y armar un arcoíris en la nevera con los colores de las frutas y verduras que se deben consumir más. “La recomendación es que sean cinco porciones como mínimo al día”, añade la especialista.El punto de la alimentación puede ser uno de los que más cuesta adoptar, entre otras razones porque contiene un componente psicológico fuerte. “Si nos comemos un dulce de más o cedimos a la tentación de una hamburguesa no hay que sentir culpa por eso, porque esas emociones pueden llevarnos a claudicar y comer de más”, explica la psicóloga Camila Cadena. Lo que sugiere la experta es que la relación con la comida sea de disfrute y no una tragedia. “Si cuando va a comer está dispuesto, lo hace despacio y con conciencia de lo que está haciendo, no solo está tomando el control de la situación, sino se sentirá satisfecho más rápidamente”, dice. Paso a paso: La recomendación de hacer actividad física es imprescindible. Los especialistas aseguran que el mínimo son dos horas y media a la semana para mantener un estilo de vida saludable. Al respecto, cuenta Cristian Díaz, licenciado en educación física, que lo ideal es intercalar minutos de actividad aeróbica con ejercicios de fortalecimiento muscular. “Caminar es el ejercicio más recomendado y no cuesta nada, pero para combatir la pereza, conviene buscar actividades divertidas que favorezcan el movimiento, como por ejemplo bailar, que además son buenos motivadores”.También se recomienda establecer metas y si las cumple, hay que usar el método de la recompensa, teniendo en cuenta que no sea comer en exceso. Por su parte, si no tiene tiempo, haga actividad física en el trabajo. “Llegue en bicicleta, camine durante diez minutos a la hora del almuerzo, o prefiera las escaleras al ascensor son pequeños cambios que se pueden hacer y con constancia traen buenos resultados”, dice Díaz.Duerma bien: Este punto es tan importante como llevar una dieta balanceada o hacer ejercicio porque el descanso permite administrar mejor la energía. Para lograrlo, hay que apagar el televisor o el computador un par de horas antes de dormir porque la luz incandescente de estos aparatos nos mantiene alerta y hace difícil conciliar el sueño. Una buena idea puede ser tomar un baño de agua caliente, pues esto deja los músculos más relajados y dispuestos para descansar. “No espere hasta el fin de semana para dormir bien, porque no va a recuperar todas las horas de sueño perdidas”, dice Cadena. Si los problemas de sueño vienen de varios meses atrás, no los ignore y hágase revisar por un especialista que le ayude a corregir este mal hábito. Maneje el estrés: Para tener una vida saludable, es necesario tener un buen estado de ánimo. Actividades como la meditación, el yoga u otras de distracción ayudan a mantener las situaciones estresantes a raya. “Empiece a encontrar maneras de manejar las situaciones estresantes para que luego no estallen y se arme un problema mayor. Haga ejercicios de respiración que le ayudarán a calmarse o busque una actividad que le permita descargar toda esa tensión”, dice Cadena. Disfrute los amigos: Crear relaciones duraderas es positivo para el estado de ánimo. Empiece a elegir mejor a las personas con las que convive a diario, pues “compartir con quienes encuentra puntos en común y tienen perspectivas parecidas a las suyas, es un incentivo mayor para cumplir con sus objetivos porque se sentirá apoyado, en vez de juzgado”, explica la psicóloga. Ejercite la mente: Participar en actividades estimulantes puede ser bueno para el cerebro. Se ha demostrado en variados estudios que poner a prueba la mente con actividades como la lectura, los juegos de mesa o aprender cosas nuevas ayuda a prevenir el desarrollo de la demencia. Cuide la vida: Si tiene problemas graves de salud o padece de una enfermedad crónica lo mejor es adherirse el tratamiento. Esto es una prioridad que ayuda a tener una vida sana y normal. De la misma forma, hay que evitar conductas riesgosas como el tabaquismo o cualquier otra adicción insana. Y, en la vida diaria, adopte medidas de prevención como usar el casco o el cinturón de seguridad, hábitos que no cuestan nada y que sí salvan vidas.